BUSQUE LA PAZ...
Seguir pensando en ésta vida es clave,
hallando a las cosas solución,
salida al laberinto que éste mundo
propone con su juego a la razón,
por éso en ésta hoja mi poema
al compás del sentir del corazón,
mansamente te cuenta de mis cosas
para decirte que encontré el amor.
Es a la vez frágil y simple, es ave,
siento su paz como un hermoso don,
busco sus besos, sus caricias tiernas
y la belleza y armonía al son...
de una música vital que sus estrofas
me susurra al oído y con su voz
diciéndole a los mares y a los vientos
y a quien quiera escucharla, su canción:
La hora en que las almas enlazamos
eterna sea, como nuestro amor,
ésa canción amada que es su alma,
ése templo que es su cuerpo y su interior,
ése nido cariñoso que es su casa,
mi armonía, mi paz, y mi ilusión,
benditos sean por amor a ella,
benditos sean por amor a Dios.
Enamorado de su cielo de ave
busco encontrarla donde quiera voy,
quiero vivir la vida junto a ella,
joya vital que transformó mi amor.
Siento en su beso a una paloma suave
a la que nido nunca se negó,
y al final de mi verso, en ésta hoja,
en un rezo, agradeciendo al Sabio Dios,
recito la plegaria que he aprendido
en la dulce compañía de su don:
La hora en que las almas enlazamos,
eterna sea, como tú, mi Dios,
benditas sean su alma y su regazo,
bendito seas por confiármelos,
porque andando en el mundo de tu mano
busqué la paz, pero encontré el amor.
Marcelo Rinaldi
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